LA COMPLEJA COMUNICACIÓN SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO... ES CUESTIÓN DE ENTENDEDERAS

El Cambio Climático es un problemón complejo y multidimensional. Y pese a que se trata de la mejor información científica y sobre la que existe un mayor consenso dentro de la comunidad científica, todavía hay gentecilla que se refugia en la negación del problema más “seguro” de la humanidad, nada que no tenga diagnosticado la psicología: miedito, insignificancia de la acción individual, inconsciencia o egoísmo.

Nadie se quedaría sentado en su sillón si nos dijeran que un meteorito se aproxima hacia la Tierra, a no ser que te deje paralizado.

También está clara la importancia de la COMUNICACIÓN en la respuesta al cambio climático, es incuestionable que la información, los valores y las aptitudes pueden facilitar la tarea de poner en marcha políticas ambientales. La respuesta educativa a la problemática ambiental se pone como prioridad estratégica, sin embargo no se traduce en la habilitación de los recursos y programas suficientes para desarrollar el potencial de cambio que se le reconoce formalmente.

El petróleo y otros muchos recursos naturales tienen los días contados, o cambiamos nuestro estilo de vida o luchamos por los recursos, ¿a alguien le apetece meterse en una guerra?...prepararnos para afrontar de la forma menos traumática los conflictos que pueden surgir es una postura inteligente.

La dificultad de asimilar el cambio de estilo de vida que hay que protagonizar para mitigar y adaptarnos al nuevo escenario climático radica en una serie de


barreras de comprensión del fenómeno, implicaciones morales y procesos psicosociales.

No se trata de un conflicto tecnológico que la magia del hombre blanco vaya con toda certeza a resolver, nos encontramos ante un conflicto social: tenemos que cambiar nuestra manera de vivir, porque se ha demostrado que actuaciones como fabricar coches más eficientes tiene el efecto rebote de conducir más kilómetros, con lo que nos quedamos con las mismas emisiones de CO2, el mismo problema.




La subida de la temperatura del planeta tiene algunas causas naturales, sí, pero nada comparable con los factores humanos. Esta requetecomprobado que la responsabilidad del calentamiento global es esencialmente humana.

Una acción aparentemente insignificante como encender el aire acondicionado pasa a ser un peligro si se repite en 100 millones de hogares. Se da un efecto agregado. Para la Tierra el total es lo que cuenta.

El cambio climático nos aparece con un problema alejado en el tiempo, que quizás ocurra, sin embargo está sucediendo ya, lo que pasa que sus efectos no son notables a nuestra vista. A esto se le suma que tampoco percibimos alteraciones en nuestro ámbito local, es un problema que nos queda lejos. Estamos tratando por tanto un fenómeno abstracto cuyas consecuencias se proyectan fuera de nuestro horizonte vital inmediato.


Los roles de fuentes y sumideros de carbono son intercambiables, los escenarios previstos pueden ser graves. Los bosques que fijan carbono mientras son jóvenes, devolverán dicho carbono cuando maduren. Los océanos que retiran carbono de la atmósfera, cambian su composición química con consecuencias en las corrientes oceánicas todavía inciertas.

El cambio climático forma parte del proceso de globalización, se requieren compromisos internacionales y un alto consenso. Una fábrica que contamine aquí puede desplazar la contaminación al otro lado del planeta. Es incuestionable que los países desarrollados tienen una responsabilidad histórica contraída y deben apoyar a los países en desarrollo para que adopten un proceso de industrialización con las tecnologías modernas.

Como consumidores tenemos un papel protagonista en el cambio climático, debemos tomar conciencia del valor de la energía, de donde viene, cuanto cuesta (económica y ambientalmente) y cuantas emisiones produce. La energía más limpia es la que no se consume. Para adelgazar lo primero es tener una imagen real de cómo estamos, igualmente para reducir el consumo de energía no podemos tener una visión distorsionada del modelo energético.

La ciudadanía percibe la lentitud en el desarrollo de políticas de respuesta al cambio climático como un signo de que la gravedad de la amenaza no es tan grande, de que existe margen de tiempo suficiente. Cambiar el sistema es difícil, más para un gobierno cambiar todos los esquemas de vida de una sociedad, probablemente sea más viable que personalmente, uno a uno, vayamos cambiando nuestro estilo de vida.


Tiempo y clima no es lo mismo. Las variaciones que apreciamos de temperatura no son cambios climáticos. Puede parecer poco importante una subida de 2ºC mundial si lo comparamos con los cambios de tiempo en nuestro día a día: por la mañana estamos con el jersey y al medio día de manga corta. Pero no es comparable, una subida media de 2ºC en el planeta es un umbral tras el cual el sistema no sabríamos como se comportaría, es un riesgo que no podemos correr.

Puede parecernos que la crisis económica actual es un problema prioritario sobre el del cambio climático porque nos afecta más directamente, nos preocupamos en tener cubiertas nuestras necesidad básicas. Esta es nuestra psicología, sin embargo no es real.

FRENTE A LA COMPLEJIDAD DEL PROBLEMA DEL CAMBIO CLIMÁTICO

ACTÚEMOS CON INTELIGENCIA. COMUNIQUEMOS LA SITUACIÓN:

SE REQUIERE UN CAMBIO DE ESTILO DE VIDA.


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